Yo personalmente he preferido pasar un poco de largo la primera infancia y centrarme en ese período en el que ya no se sienten niños pero tampoco son mayores, y los juguetes empiezan a dar paso a la música, los posters en la pared y la busqueda de la intimidad en ese cuarto que es su pequeño mundo.
Si
tuviera 12 años, me gustaría tener una habitación grande para
encerrarme dentro con mis amigas, luminosa y con suelo de madera para
andar siempre descalza, con sitio para todos mis libros (los juguetes ya
estarían casi todos escondidos), mi música y un pequeño sofá donde
tumbarme a leer o a pensar en el chico que me gusta...
Esta
habitación sería perfecta... además tiene una cama de hierro vintage
grande, una colcha de patchwork, un asiento colgante, un papel pintado
precioso, un pequeño espejo vintage, una guirnarlda, un mueble
industrial recuperado y otros recuperados y pintados.
Espero que os guste mi propuesta y las del resto de mis compañeros....
El reportaje completo lo tenéis en Sweet Sweet Life y además podéis ver las fotos de esta habitación y otras del resto de la casa en el álbum de Flickr de la mamá interiorista Lynn-Anne.
Los que hacemos posible este proyecto somos:
Y además este mes, la compañía de nuestro blog invitado Petite Candela