Siempre que leo alguna revista de decoración, sus páginas están llenas de casas impresionantes, de esas donde los metros cuadrados se expresan con un mínimo de tres cifras, de las que nunca tendremos la mayoría de los mortales y que en muchos casos están decoradas de forma muy ostentosa, con ambientes que, para mi gusto, están demasiado recargados. Pero cuando sigo pasando las páginas, siempre me encuentro con otro tipo de construcción más pequeña, algún pisito urbano, alguna casita isleña, que a pesar de su escasez de metros, consigue transmitir todo el buen gusto en la decoración y el saber hacer de sus dueños. Hay gente que tiene un gran talento para crear ambientes muy especiales con muy poco. Cuando los ves te das cuenta de que realmente para decorar una casa y que tenga rincones tan acogedores no hace falta llenarla de cosas ni es cuestión de gastar mucho dinero, se puede tener una casa preciosa donde las pocas cosas que la decoren sean detalles muy escogidos y, por supuesto, elegidos con buen gusto.
Como muestra aquí tenéis este recibidor, donde el gran protagonista es el color blanco y donde una sencilla consola blanca, una lámpara y unos accesorios de paja consiguen hacer el resto. Y por supuesto, la luz natural...
Como muestra aquí tenéis este recibidor, donde el gran protagonista es el color blanco y donde una sencilla consola blanca, una lámpara y unos accesorios de paja consiguen hacer el resto. Y por supuesto, la luz natural...
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