Me he quedado completamente enganchada a la foto de este rincón en este porche tan bohemio, tan hippie, colorido pero sin estridencias.
Me encanta la sensación que da de estar en un lugar playero y tropical, con ese asiento redondo colgante, para mecerte ahí al son de alguna bossa nova...
Las plantas le dan frescor al rincón, las alfombras lo hacen más acogedor todavía y las cortinas le dan intimidad y protegen del calor.
Me encanta el colgador de macetas de macramé... ya estoy buscando tutoriales por la red para hacerme uno y ponerlo junto a mis preciosas butacas de caña recién adquiridas.
No me digáis que no dan ganas de teletransportarse un ratito...
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