Hoy os traigo un piso luminoso y amplio para este fin de semana. Con grandes ventanales, suelos de madera blanca y unos detalles decorativos preciosos en los que se intuye una mano femenina.
En él reina la sencillez, el estilo escandinavo y los espacios sin recargar, lo cual da más amplitud a los espacios. La cocina es blanca, simple, casi parece propia de una casita del campo más que de un piso en Londres. Y en el dormitorio, la cama y los textiles elegidos tienen un aire bohemio que aporta una sensación absoluta para el descanso.
En el salón, la gran protagonista es la luz entrando por esos grandes ventanales con postigos decapados y también esa alfombra de piel en el suelo a la que se van los ojos inevitablemente.
Hasta el pasillo es bonito, con ese reloj gustaviano pintado de blanco y las molduras del techo...
Espero que os guste y que paséis buen fin de semana.
Nos vemos el lunes con más inspiración!!!
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